GIN – Qué es y cómo se hace?

Un poco de historia

Hay varias versiones diferentes con respecto al origen de Gin. Algunas fuentes dicen que Gin se origina en Holanda en 1550 cuando el profesor de medicina Franciscus de la BOE, también conocido como Franciscus Sylvius, estaba tratando de inventar una cura para las quejas estomacales usando las propiedades diuréticas de las bayas de enebro y tropezó con este maravillosa infusión que llamó Genever. Lo llamó Genever después del término francés genièvre que significa enebro. Por 1655 ya estaba siendo producido comercialmente y los soldados ingleses sirviendo en la zona, tomaron afecto al espíritu.

Los franceses afirman que han participado en la elaboración de Gin por más de 450 años que datan del siglo 16.

La producción de Gin en los Estados Unidos se remonta a la época colonial, pero el gran impulso a la producción de Gin fue el advenimiento de la prohibición nacional en 1920.

Componentes y fabricacion

Para elaborar ginebra se empleen algunas variantes botánicas que le dan un sabor curioso y con personalidad dependiendo del tipo que le añadamos. Sus ingredientes básicos son el enebro, la cebada, así como mezclas de otros cereales, a los que les sumamos hierbas y algunas frutas que dan lugar a aromas del bosque y a cítricos.

Actualmente, añaden además especias de origen oriental para romper con el sabor común y poder maridarlo con toda clase de alimentos y dar un toque algo diferente a paladares que buscan nuevas sensaciones.

En las catas de ginebra se suelen combinar aquellas que llevan diferentes plantas aromáticas para poder notar claramente la diferenciación. Se mezclan algunas caras con otras más comunes y baratas. Muy similar a las catas de vino, tendremos en cuenta la fase olfativa y la gustativa.

Olfato

Se explica la composición de cada uno de los ingredientes de cada ginebra, sus orígenes y una pequeña historia de la ciudad donde se elabora. En su parte olfativa, tendremos en cuenta olores profundos en base de flores, frutas y hierbas.

Sabor

En cuanto al sabor, también depende de su composición, aunque la más tradicionales pueden tener toques a enebro, a frutas, regaliz, y un gran conjunto de plantas que es lo que le da ese toque más especial al paladar. A diferencia de las catas de vinos, no debe escupirse sino dar unos dos sorbos para dejarlo reposar en la lengua y en toda la boca para percibir cada uno de los ingredientes.